Todos deseamos no sufrir y vivir una plena en equilibrio, tenemos nuestras expectativas y a la vez no queremos que el dolor esté. la cuestión es si ese dolor que no queremos sentir lo creamos nosotros mismos.
Si no asumo la responsabilidad de lo que me está pasando, ¿cómo puedo cambiar mi percepción sobre ello?. Seguirá repitiéndose en la vida.
Sin darte cuenta, sientes esa emoción en tu interior, esa sensación que te hace tragar saliva, que te pone nervioso, incluso que genera miedo. y me voy acostumbrando.
La cuestión es si retomas mirar hacia ese «dolor», para decidir que deje de estar. Pocos se sientan en el dolor para resolverlo.
Pero, y si el sufrimiento depende directamente de uno mismo ¿?
y si experimentar otras sensaciones y emociones esté al alcance ¿?
Lo negativo aparece cuando aparece lo positivo. Si a tu hija la halagas desde pequeña a que es la más bella del mundo, flaco favor, porque cuando le digan que no lo es, comenzará su drama personal, y también en segundo lugar, la has comparado, con lo que empezará a compararse y perderá seguramente su individualidad, autoestima y confianza en si misma.
Trascender el sufrimiento, consiste en entender y comprobar experiencialmente, que no es lo mismo el dolor que el sufrimiento, que no es lo mismo la culpabilidad y el victimismo que la responsabilidad. Porque no es lo mismo.
Cuanto experimentas un drama, cuantas más fuerza le des antes se convertirá en sufrimiento. Drama es darle fuerza negativa a lo que ya contemplas como negativo. Ahí comienza el sufrimiento. Cuanto más quieres que te quiera esa persona, menos te quieres a ti mism@, y más vacío te sientes, empieza por ti porque queriéndote tu amarás y te amarán de forma natural. Date a valer, coge las riendas de tu vida y toma la responsabilidad sobre lo que no te gusta, porque puedes cambiarlo.
El cuerpo está preparado para sostener el dolor, pero en lugar de utilizarlo como medio para que se diluya, decides no mirarlo y sostener en tu mente el que no quieres dolor, te hace desconectar de tu propio cuerpo y recurso, le envías inputs en forma de energía retenida en tus órganos que le hacen desestabilizarse, y donde puede llegar la enfermedad, porque rompes el equilibrio natural de autogestión del propio cuerpo.
Si realmente quieres cambiar, toma las riendas de tu vida, entiende y descubre como lo que te da miedo es solo un momento donde después puedes continuar sin más, que sostener lo incómodo es un recurso donde luego empiezas a sentirte en otro lugar placentero, como quieres, que no hace falta ser demasiado obsesivo con nuestras propias cosas, tomarlo con perspectiva y sobretodo liberar esas emociones que nos atrapan. Mi propuesta es cambiar el drama por la responsabilidad propia para liberar als cargas emocionales que generan el no mirar al dolor. No estoy diciendo que te cargues de carga negativa, sino que encuentres tu equilibrio entre lo negativo y lo positivo, porque los dos extremos pican.
Humberto Varas